domingo, 20 de septiembre de 2009

Jazmín.



De nula vida social, los doros cuatrimanos de la isla de D'orly, en la costa septentrional de la Timberland británica, constituyen aún un misterio para la ciencia.
Prisioneros de este atolón aŕido y remoto, e incapaces de migrar y establecer contacto con otros individuos de su especie, los doros evolucionaron hacia una reprodución sexual autosuficiente, como una reacción a los peligros de la endogamia.
De naturaleza carnívora, solo salen por las noches en procura de alimento, permaneciendo en sus cuevas y madrigueras la mayor parte del tiempo.
Los biólogos aun no han determinado que los hace permanecer tan largos períodos aislados, aunque los lugareños tejen hipótesis de lo mas prosaicas.