miércoles, 10 de junio de 2009

Paladar blanco.



Carbón, papel, engrudo. Una pica y una cabeza.
A lo lejos arde el monte, chispas african el cielo.
Sentado al otro lado de si mismo, don González huele el viento,
"Dejálos que vengan mansos"- me mira y me gruñe quedo.
Sobre sus ocho vértices tiembla el viejo.